Las que traigo hoy las he hecho con sobras de cordero guisado.
Ingredientes:
Media cebolla
300 gramos de sobras de carne de cordero picada
4 cucharadas de harina
2 vasos y medio de leche
aceite
1 pastilla de caldo
1 huevo
pan rallado
Ponemos un poco de aceite en una sarten como dos cucharadas y pochamos las cebollas picaditas a fuego lento, mientras picamos la carne.
Una vez cocinada la harina iremos vertiendo la leche poco a poco a la vez que removemos consiguiendo una pasta que sabremos que esta echa cuando de despegue perfectamente del fondo de la sartén. Como veis no lleva sal, esto se debe a que las sobras ya tienen sal y la pastilla de caldo ya dotara a la masa sal suficiente.
Luego las pasamos por huevo y pan rallado.
A mi me han salido un montón.
Una vez terminadas, si las vais a consumir ese día solo tenéis que freírlas, vuelta y vuelta.
El resto las guardé crudas en una bolsa de congelado y las metí en el congelador.
Cuando las queráis freír, solo las tenéis que sacar del congelador y llevar a la sartén a fuego lento para que se descongelen por dentro y no se quemen por fuera, sino también podéis descongelarlas antes aunque no hace falta.
Si tenéis poco tiempo para cocinar, si viene una visita inesperada, o simplemente estáis de vagueo, tener una bolsa de croquetas en el congelador siempre es una buena idea para esos días.
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