miércoles, 5 de febrero de 2014

Croquetas

Las croquetas son una forma ideal de aprovechar sobras de comida, aunque tampoco hay que hacerlas siempre de sobras.
Las que traigo hoy las he hecho con sobras de cordero guisado.


Ingredientes:

Media cebolla
300 gramos de sobras de carne de cordero picada
4 cucharadas de harina
2 vasos y medio de leche
aceite
1 pastilla de caldo
1 huevo
pan rallado






 Preparación:

Ponemos un poco de aceite en una sarten como dos cucharadas y pochamos las cebollas picaditas a fuego lento, mientras picamos la carne.


 Una vez la cebolla este transparente le echamos la carne troceada y una pastilla de caldo y dejamos que se cocine un par de minutos y le echamos la harina la cual cocinaremos unos minutos para quitarle el sabor y que esta coja toda la sustancia de la carne, cebolla...



Una vez cocinada la harina iremos vertiendo la leche poco a poco a la vez que removemos consiguiendo una pasta que sabremos que esta echa cuando de despegue perfectamente del fondo de la sartén.     Como veis no lleva sal, esto se debe a que las sobras ya tienen sal  y la pastilla de caldo ya dotara a la masa sal suficiente.    
             


 Lo echamos en un recipiente y lo metemos en la nevera unos 30 min, no mucho mas sino se hará una costra dura por encima  que nos dificultará luego hacer la forma característica de la croqueta.



 Cogemos una porción con una cuchara y la modelamos hasta tener la forma deseada, si no os sale podéis hacerlas redondas.
Luego las pasamos por huevo y pan rallado.


A mi me han salido un montón.

Una vez terminadas, si las vais a consumir ese día solo tenéis que freírlas, vuelta y vuelta.


 Yo como ya tenia comida para hoy, he hecho estas cuatro de picoteo. (y para la foto claro)
El resto las guardé crudas en una bolsa de congelado y las metí en el congelador.
Cuando las queráis freír, solo las tenéis que sacar del congelador y llevar a la sartén a fuego lento para que se descongelen por dentro y no se quemen por fuera, sino también podéis descongelarlas antes aunque no hace falta.

Si tenéis poco tiempo para cocinar, si viene una visita inesperada, o simplemente estáis de vagueo, tener una bolsa de croquetas en el congelador siempre es una buena idea para esos días.



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